La obra muestra a una pareja y sus descendientes, unidos por el amor y las carencias compartidas. Las manos de la mujer se funden sutilmente con su pecho, simbolizando esa unión. El fondo azul surrealista contrasta con el suelo ocre, mientras un pez con piercing y una anciana de piedra, que observa con sabiduría, aportan un toque de misterio y migración.